El caminar con Bastones Nórdicos, tiene como objetivo principal:
– Incrementar la salud, dar fortaleza y desarrollar el “optimismo biológico”, reactivando la flexibilidad anatómica de la parte superior de la espalda, dándole mayor potencia a la propulsión del caminar, como consecuencia del impulso balístico generado por el impacto de los bastones.
En el programa Caminar de por vida (Walk For Life), los bastones son utilizados no sólo para garantizar el equilibrio sino, también, para reactivar la función primordial de nuestros brazos– haciéndolos actuar como las patas delanteras de los cuadrúpedos.
Al transmitir la fuerza que rebota del suelo, y que es generada por cada paso del pie, así como por el empuje hacia atrás que el brazo le dá al bastón, la energía de movilización de esa fuerza llega hasta los omóplatos, a las vértebras dorsales situadas entre ellos, activando y restaurando una vivacidad olvidada durante largo tiempo, en esa zona tantas veces descuidada y rígida, y por lo tanto, menos negociable, como lo es la parte superior de la espalda del hombre civilizado.
Al trasladar parte del peso corporal a los brazos, los bastones quitan la presión ejercida habitualmente sobre las piernas y la pelvis,dándole a las lumbares y a la articulación de la cadera una significativa oportunidad de descompresión.
El uso de los bastones nórdicos, faculta al andar bípedo humano con un mayor impulso de la propulsión del pié. Actuando como extensiones de los brazos, los bastones reciben el impacto de la tierra, y con una mínima inversión de esfuerzo, producen un impulso de rebote, cuyo potencial de movilización es mucho más fuerte que el que podría lograrse confiando solamente en las piernas.
Ruthy Alon